Aquí podéis leer nuestra opinión del Draft 2024 y las fichas analizando a todos los picks y su encaje en el equipo para nosotros.


Los San Francisco 49ers afrontaron el último draft en una posición envidiable: no había huecos por cubrir y con 11 selecciones hicieron algo impopular pero necesario: tomar jugadores que relevarán en el corto plazo a quienes, lamentablemente, deberán dejar el plantel debido al tope salarial.

El ejercicio es simple: en primera ronda tomaron a Ricky Pearsall, un proyectazo en el papel que puede ser todo un playmaker en esta ofensiva, capacitado para relevar a Deebo Samuel quien probablemente deje el equipo el próximo año.

La segunda ronda, en tanto tuvo como protagonista a Renardo Green, CB de FSU que debería tomar el lugar de Ambry Thomas. Chervarius Ward o Deommodore Lenoir , que finalizan contrato este año y difícilmente todos serán renovados.

Aaron Banks ha sido un más que correcto guardia izquierdo, pero este año vence contrato y no hay lana para él. Por lo mismo, se tomó en tercera ronda al versátil Dominic Puni, que ha impresionado en el training camp e incluso podría partir la temporada como titular en la zona derecha, al lado de McKivitz.

La cuarta ronda, en tanto, nos trajo a Malik Mustapha, una bola de músculos que podría ser el relevo de Hufanga, que será agente libre a final de año. Isaac Guerendo, en tanto, debería tomar el lugar de Elijah MItchell mientras que Jacob Cowing en el papel no viene a reemplazar a nadie (Jennings recibió una extensión) pero sí debería ser una alternativa económica para un puesto que está cada vez más costo de contratar, el de receptor.

En sexta y séptima ronda, en tanto, se sumaron al centro Jarret Kingston y el LB Tatum Bethune, dos jugadores que en el papel si hacen el roster ya es ganancia.

Si la apuesta sale correcta, San Francisco ganará algo muy importante: ser protagonista tres años más sin tener que desprenderse de casi ninguna de sus grandes figuras. Es un all-in. Es un draft de reinvención en el éxito.